Si tuviéramos que calificar las fiestas en relación a su público, diríamos claramente que son aptas para todos los públicos.Así pues, los mas pequeños pueden disfrutar de ellas de la misma forma que los mayores (pero sin drogas, por supuesto). Así es que, como preparación para las fiestas, se realiza la llamada "Volteta dels chiquets" o "Volteta de los niños". Estos hacen el mismo recorrido que los mayores, bajando la larga calle de "El Passeig del Comptat". Todos juntos, intentando ir lo más cordinados posibles, y con los padres al lado, cumplen uno de sus pequeños sueños, anhelando algún día desfilar de verdad. Años después, lo cumplirán, estoy seguro. Porque Cocentaina es uno de esos sitios con tradición, y sobre todo respecto a las fiestas de moros y cristianos. Desde bien pequeños los niños sienten el espíritu de la fiesta y se intentan integrar en ella como si fueran el capitan moro o el abanderado cristiano. Si es que eso es lo que tiene la fiesta, que une a todas las generaciones. También donde podemos ver a los más peques, es en la entrada. Numerosas carrozas se llenan de niños pintados, tirando caramelos, gusanitos y serpentinas. Así es, que mis primos, no querían ser menos que su padre y fueron a la carroza, por lo que pintados y maquillados hasta arriba, y vestidos como "Un cruzado" más hicieron posible sus más grandes ilusiones.
PICS: Fotos de mis primos Mauro e Isabel, vestidos con los trajes de moros y cristianos para salir en la carroza de la entrada.
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